Probablemente el incidente más grave en la gobernación de Cano y Aponte, fue la Rebelión de 1723. Esta venía lavándose desde hacía tiempo, en particular gracias a la manera en que los españoles se relacionaban con los mapuches, a través de los llamados "capitanes de amigo". Estos, a la par de representar a los españoles frente a los mapuches, muchas veces aprovechaban su situación para abusar de éstos. El maestre de campo Manuel de Salamanca, ayudado por dichos capitanes de amigo, decidió presionar a los comerciantes de la frontera y monopolizar el mercado de los ponchos, cobrando lógicamente precios altísimos por ellos. El 9 de Marzo de 1723, el odiado don Pascual Delgado, uno de los capitanes de amigos, fue asesinado en Quechereguas. La noticia corrió entre los mapuches, quienes empezaron a realizar incursiones contra las haciendas españolas, a robar ganado, y a incendiarlas. Los fuertes españoles quedaron incomunicados, y la guerra de los mapuches al español se instensificó con alianza de los cuncos.
El gobernador Cano y Aponte, ante la magnitud del desastre, resolvió echar pie atrás, y ordenó la evacuación general de todos los fuentes al sur del Río Bío-Bío. Hizo también una oferta de paz a los mapuches, la que cristalizó en el Parlamento de Negrete.
Primer Parlamento de Negrete en 1726.
En la que se realiza una junta diplomática de la que ermanó un tratado entre Españoles y Mapuches. Esta se inició el 13 de Febrero del año mencionado, al borde del Río Bío-Bío, en el valle fronterizo de Negrete, por iniciativa del gobernador Gabriel Cano y Apunte. Y a este parlamento asistieron aproximadamente la cantidad de 113 loncos (Caciquues) del pueblo mapuche.
Los acuerdos del Parlamento fueron registrados por los Españoles, se baso en un tratado de 12 artículos y su principal objetivo era certar la paz entre ambos bandos.
De acuerdo a la "parla" de la reunión, los Mapuches debían deponer sus armas, reconocerse su vasallaje al Rey de España y definirse enemigos de sus enemigos. Además debían nom oponerse a la reconstrucción de fuertes al sur del Río Bío-Bío, permitir la evangelización llevada a cabo por los misioneros y asistir a misa, en el caso de los bautizados.
Otro de los fines era regular el comercio entre ambos territorios. "por cuanto de los conchabos (traficantes) nacen los agravios que han dado motivo en todo tiempo a los alzamientos por hacerse éstos clan destinamente , sin autoridad pública, todo en contravención de las leyes que a favor de los indios deben guardarse, será conveniente que los tengan libremente pero reducidos... a tres o cuatro ferias al año o las más que juzgaren necesarias y pidieren...".
Para ello se acordó realizar 3 0 4 ferias anuales que permitían el libre y ordenado intercambio de productos, supervisadas por un oficial militar, un sacerdote y un representante mapuche. En la práctica, el acuerdo prohibía el monopolio comercial que gozaban algunos oficiales españoles y que, como se ha dicho, había sido la causa de la rebelión reciente.
Las paces fueron ratificadas por el Felipe V de España el 10 de Diciembre de 1727. La paz duró más de 33 años. La corona, demomento, renunció a conquistar la Araucanía. Por otro lado, se consolidó, en el papel la frontera, al aceptarse que ninguno de los dos bandos podía cruzarla sin la autorización del otro.
Segundo Parlamento de Negrete 1771.
Se realizó entre el 24 de febrero y el último día de ese mes del año mencionado, al borde del Río Bío-Bío, en las vecindades del vado fronterizo de Negrete, por iniciativa del Gobernador de Vhile, que en ese tiempo era Francisco de Morales y Casteión.
Dando una idea diferente a la de los veteranos de Guerra el brigadier Morales, convocó a un parlamento en Negrete, con el fin de poner término a la rebelión Mapuche que desde el año 1766 se venía desencadenando para césar la rebelión de los Mapuches. Por eso este llevó a cabo un costoso evento que ocupo grandes fondos del tesoro real: 8,228 pesos.
El parlamento estuvo a punto de terminar en tragedia, ya que entre la soldadesca había surgido el plan de amotinarse en medio de los largos discursos propios del parlamento, para cesar el plan de Morales y así poder realizar una aniquilación de los Indios reunidos, pero se supo de este complot y fue frenado para no tener que causar una guerra por la culpa de estos contrarios.
Los mapuches bajo el mando del cacique Lebián concluyeron en la paz con una altanería y soberbía que hizo un bajo de ánimos de los colonos Españoles hasta llegar al punto de enfurecerse. Las hostilidades solo se atenuaron brevemente, para volver a intensificarse luego.
Al año siguiente, Morales insistió en su empeño en el Parlamento de Santiago (1772). Una paz más estable solo llegó con el Parlamento de Tapihue (1774), organizado por el gobernador Agustín de Jáuregui.
Tercer Parlamento 1793.
La cornitiva española contemplaba a la presencia de un dibujante, Ignacio Andia y Varela, con la misión de registrar el evento. Se ha supuesto que su original habría servido de modelo la ilustración alusiva al parlamento de Negrete que Claudio Gay incluyó en su atlas de la historia física y política de Chile de 1854.
La reunión se llevó a cabo en las fechas 4 al 7 de marzo del año 1793, al borde del Río Bío-Bío, en el lado fronterizo de Negrete, por iniciativa de Don Ambrosio O'Higgins, pero más concido por la posterior aristocratización de su apellido a O'Higgins. Este trabajo fue consideran el más caro y solemne de la colonización española.
El gobernador O'Higgins citó una reunión la idea de renovar el tratado ya nombrado con la nación mapuche. En el parlamento de Lonquilmo 1783 el propio O'Higgins había dirigido las negociaciones, pero con el rango subalterno de brigadier, o jefe militar de la frontera.
Como anteriormente dicho la reunión de Negrete costó a la corona la considerable suma de 10.897 pesos, (gastaba en su mayor parte en los regalos y agasajos), que por costumbre se brindaban a los asistentes índigenas. Estos, según las actas, incluían a 161 caciques (loncos), 16 capitanes, 11 mensajeros (aucanes), 77 "capitanejos" y 2.380 mocetones o guerreros. En total la concurrencia era de 2.645 mapuches, sin considerar mujeres, niños y otros no contemplados.
Cuarto y último Parlamento 1803.
A la junta diplomática de la que emanó un tratado entre españoles y mapuches. Es considerado habitual e incorrectamente como el último parlamento del periodo colonial de Chile, en el que ambos bandos solemnizaron sus pases y alianzas. Se realizó entre el 3 y 5 de marzo de 1803 al borde del Río Bío-Bío, en el lado fronterizo de Negrete, por iniciativa del gobernador de Chile, Luis Muñoz de Guzmán.
El representante de los españoles en las conversaciones fue el brigadier Pedro Quijada, comandante general interino de la frontera del Bío-Bío. Por los mapuches, el encargado de recoger las contestaciones de los 239 loncos de los cuatro butalmapus (distritos mapuches) fue el lonco de Angol, Francisco Curinagüel. La delegación española se completaba con el brigadier Pedro Nolasco del Río, en calidad de consultor por su conocimiento de los butalmapus mapuches, el arcediano de la iglesia catedral de Concepción, Mariano de Roa, como representante del obispo, además de los coroneles Manuel de Vega Bazán y Juan Zapatero.
La concurrencia se completó con 3.500 guerreros mapuches y 1288 solados veteranos y milicianos españoles.
Como en las anteriores juntas diplomáticas entre autoridades, coloniales y jefes índigenas, el parlamento de 1803 fue traducido, por los españoles, a un tratado escrito en 8 artículos.
1.- Reconocimiento y ratificación de Carlos IV de España como soberano.
2.- Superación del sistema de ferias anuales, anteriormente aordado, por considerarse insuficiente. Se acuerda autorizar el libre comercio y el libre tránsito.
3.- Ratificación de un anterior acuerdo, ya puesto en práctica, de que los principales caciques envíen a algunos hijos al seminario de Chillán, para que sea católicamente instruidos y puedan optar al sacerdocio.
4.- Pese a haberse producido malocas (incursiones violentas), queda todo resentimiento olvidado y se ratifica la paz y amistad entre los dos bandos.
5.- Ratifica acuerdo anterior de no permitirse la entrada y acogida de desertores o prófugos españoles en el territorio mapuche. Se ratifica que se entregarán 12 pesos por cada español devuelto en las guarniciones de la frontera.
6.- Los mapuches se comprometen a no tratar con sus marineros. y aún más, se comprometen a apoyar la defensa del reino frente a una aventual invasión.
7.- Ratifica el compromiso mapuche de no incursionar en las "Pampas de Buenos Aires".
8.- Parabienes, deseos de felicidad y paz, además de exhortación y recomendación a nombre del rey de escuchar, acoger y dar buen trato a los misioneros.
La alianza defensiva se llevó efectivamente a la práctica durante la Independencia, cuando los mapuches lucharon contra los patriotas y a favor de España.
hola, muy buena la cronología de los distintos parlamentos, si es posible me gustaría saber cual es la fuente del Parlamento de Negrete de 1803
ResponderEliminargracias